LA COLEGIACIÓN PROFESIONAL OBLIGATORIA y las PRESTACIONES INHERENTES a la SEGURIDAD SOCIAL, VINCULADAS a la NECESIDAD de una SEDE ADECUADA.
La sanción de la Ley Orgánica del Notariado Santafesino bajo número 3330 el 21 de julio de 1948 que asignó al Colegio de Escribanos de la Provincia de Santa Fe, entre otras funciones trascendentes, el gobierno y la vigilancia de la actuación notarial a través la colegiación obligatoria de los fedatarios, conllevó la necesidad inherente a la adquisición de una sede
adecuada a los fines del eficaz desenvolvimiento institucional.
Ateniendo al otorgamiento constitucional de los beneficios de la seguridad social (art. 14 bis-C.N-.), el 28 de septiembre de 1950 se dicta la Ley Provincial 3910 que dispone la creación de la “Caja de Jubilaciones, Pensiones y Subsidios Notariales de la Provincia de Santa Fe”.
Durante transcurso de un bienio y dos meses, se gestaron dos normativas rectoras en los destinos del notariado santafesino cuya lozanía se mantiene vigente, resultantes de esfuerzos perseverantes desplegados por los escribanos en la etapa previa a la organización notarial.
La consecución del propósito tendiente a la optimización integral de las prestaciones asignadas a esas dos entidades públicas no estatales, resultó determinante en el otorgamiento a idénticas autoridades (Colegio y Caja) las funciones a la dirección y
administración. Así, el artículo 4° de la Ley 3910 expresa: “la dirección y administración de la Caja será ejercida por el Consejo Superior del Colegio de Escribanos de la Provincia de Santa Fe”.
En suma, el desenvolvimiento eficaz de las instituciones mencionadas, estrechamente vinculadas a la función notarial, conforme el singular sistema de gobierno adoptado (idénticas autoridades), requería de un lugar de trabajo adecuado. El resultado fue la adquisición la actual casa del Colegio de Escribanos de la Provincia de Santa Fe-2da. Circunscripción.
II. SEDES ANTERIORES.
Durante el extenso período trascurrido desde la creación del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Rosario, cuya personería jurídica fuera otorgada el 22 de agosto de 1910 hasta la sanción de las leyes referidas, la entidad desplegó sus embrionarias
actividades (gremiales, culturales, formativas, previsionales) en diversos domicilios citadinos. Se recuerdan estos emplazamientos: una oficina en el antiguo Palacio de Tribunales de Rosario (calles Córdoba, Moreno y Santa Fe), hoy Facultad de Derecho (U.N.R.); mudanza posterior a los altos de la legendaria Confitería “La Perfección”, inaugurada el 15 de febrero de 1936 y ubicada en calle Córdoba esquina Mitre (posteriormente lugar de ubicación de la Confitería “La Fragata”);III. IV. V. una etapa cumplida en una humilde residencia de calle Santa Fe 956, sitio primigenio de la “Biblioteca Pública Notarial de la Ciudad de Rosario. iniciática del Colegio, previa a la sanción de la Ley 3330, caracterizada por sucesivos traslados, culmina en una casa ubicada en calle Córdoba 1169.
Esa etapa iniciática del Colegio, previa a la sanción de la Ley 3330, caracterizada por sucesivos traslados, culmina en una casa ubicada en calle Córdoba 1169.
LA SEDE de CALLE CÓRDOBA 1843.
Durante el año 1948, coincidente con la sanción de la Ley Orgánica Notarial, se verifica el traslado del Colegio de Escribanos al domicilio de calle Córdoba 1843, donde cumpliría sus actividades hasta su instalación definitiva en el edificio actual
de calle Córdoba 1952, ocurrida en el año 1959.
LA ACTUAL SEDE del COLEGIO DE ESCRIBANOS, PARTE de la PLAZA de TOROS.
Hacia fines del siglo XIX existió, en la manzana que ocupa la sede del Colegio de Escribanos (calles Córdoba, Dorrego, Italia y Santa Fe), el “Coliseo Taurino” donde se realizaban corridas de toros, espectáculo de hondo arraigo en España y con
aceptación en otras partes de Europa como Portugal y en el Mediodía de Francia, cuya práctica regular se remonta al siglo XIV. Alcanzó amplio desarrollo en tierras americanas conquistadas por España (Méjico, Perú, Venezuela, Colombia),
incluyendo nuestro país. Hacia 1910 el recordado “Coliseo Taurino Rosarino”, dotado de espacio para 6.000 espectadores, fue demolido. La perseverante e implacable campaña de la Sociedad Protectora de Animales, apuntalada por personalidades de la talla de Domingo Faustino Sarmiento y la exigua rentabilidad que generaba la organización del cuestionado pasatiempo, debido al creciente desinterés del público, resultaron factores determinantes de su inevitable declinación.
LA MANSIÓN de CALLE CÓRDOBA 1852.
La desaparición del mentado “Coliseo Taurino”, coincidente con un período de expansión económica y desarrollo urbanístico, impulsó la construcción en esa manzana (lindera al Este de la que ocupa la Plaza San Martín, cuyos orígenes se remontan a 1857) de edificios emblemáticos que actualmente integran el patrimonio histórico-cultural de Rosario.
En 1911 y 1913 se erige la actual edificación que luce en calle Córdoba 1852, cuyos propietarios originarios fueran Casiano Casas y Adela Echesortu. Se atribuye la construcción al arquitecto Alejandro Christophersen (1866-1946), autor de otras obras monumentales como el célebre “Café Tortoni” y “Residencia Unzué” (Avenida de Mayo 825 ) y el Palacio Anchorena (calle Arenales 761), sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, edificios ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El estilo arquitectónico encuadra en el denominado “Academicismo Francés”, corriente artística desarrollada en Francia a mediados del siglo XIX que encuentra sus orígenes en los principios del clasicismo. Ejemplos de construcciones rosarinas ejecutadas bajo ese estilo son el Palacio de Correos, inaugurado en 1933 y ubicadoen la esquina de calles Córdoba y Buenos Aires, frente a la Plaza 25 de Mayo en pleno centro histórico y el edificio de la Bolsa de Comercio (Corrientes esquina Peatonal Córdoba), concluido en 1929.
La mansión de calle Córdoba 1852, hoy casa del Colegio de Escribanos, fue el lugar de encuentros mundanos, culturales y fiestas suntuosas durante su ocupación por el matrimonio fundador y descendientes. Una época en que las clases opulentas vivieron en plenitud gozando de placeres hedonísticos.
Entre los huéspedes eminentes de esa emblemática residencia rosarina se encuentra Juan Gualberto Guevara, Cardenal y Arzobispo Lima, quien asistió al Congreso Eucarístico Nacional realizado en 1950, en circunstancias de notorias tensiones entre la Iglesia Católica y el Gobierno Nacional. La extensa lista de invitados incluye a los presidentes José F. Uriburu (1930) y Pedro Eugenio Aramburu, éste último acompañado por el vice-presidente Isaac Rojas en 1957, ambos asistentes a la inauguración del Monumento a la Bandera. El acceso a la primera magistratura de tales mandatarios no se concretó a través del procedimiento electoral.
VI. LA SUBASTA de la FINCA y su ADQUISICIÓN por el COLEGIO de ESCRIBANOS.
En el año 1958 , los martilleros Alfredo Rouillón Echesortu, Armando C. Rouillon y Fernando J. Rouillón, integrantes de la histórica “Oficina Alberto J. Rouillón” (establecida en 1900), tuvieron a su cargo la subasta del mobiliario, objetos, cuadros y obras de arte que engalanaban la mansión de calle Córdoba 1852.
El remate del inmueble se concreta el 29 de octubre de 1958, resultando compradora a Compañía de Seguros Pampa S.A. Como resultado de la evaluación de las necesidades operativas de la entidad aseguradora y del Colegio de Escribanos, se celebraron entre las partes actos jurídicos de los cuales resultaron la adquisición por parte de la entidad profesional de la finca que actualmente detenta en plena propiedad. El escribano autorizante fue César Alberto Duré, quien con el importe percibido en concepto de honorarios donó un cuadro a la institución adquirente.
VII. COLOFÓN.
El inmueble adquirido por el Colegio de Escribanos hace 66 años, resultó el sitio adecuado a los fines de la ejecución de los objetivos institucionales a cargo de esta entidad profesional y de los que competen a la Caja Notarial de Acción Social de la
Provincia de Santa Fe.
Un edificio construido a principios del siglo XX en un todo de acuerdo a las reglas del buen arte en sus aspectos técnicos y artísticos, que a lo largo de 114 años cumplió en una primera etapa su rol previsto como morada familiar y centro de encuentro social. El devenir de la historia dispuso su conversión en la sede de dos entes no estatales, conformados por el notariado santafesino que despliegan su actuación en beneficio del conjunto social. Rosario, septiembre 2024.E. Jorge Arévalo.
FUENTES CONSULTADAS:
-Barrandeguy, Tomás, “ Toros, corridas y un coliseo imponente en pleno centro de Rosario”. 09-02-2020.
-De Marco, Miguel Ángel, “Origen y Evolución del Notariado en Rosario”. Edición del Colegio de Escribanos de la Provincia de Santa Fe, Impreso en Imprenta Molachino. 1982.
-De Vita, Nicolás E. “Las Corridas de Toros. Su paso breve por Bs.As. y Rosario”. Argentina 1996. Impreso en la Escuela de Talleres Gráficos del Colegio Salesiano San José. Rosario.
-Historia de la Casona del Colegio de Escribanos de Rosario. Página web del Colegio de Escribanos de la Provincia de Santa Fe, 2da. Circunscripción.
-Oficina Alfredo J. Rouillón. Remate del mobiliario de una tradicional mansión, calle Córdoba 1852-Rosario. Año 1958.