UN SUEÑO MUY EXTRAÑO. O NO TANTO
El Registro de la Propiedad y el Archivo de Protocolos
Por Esc. Enrique Filippini
(I)
Son las siete de la mañana de un viernes de agosto. Me despierto, como siempre, minutos antes de que suene el despertador del celular que está sobre la mesa de luz, pero me siento raro. Entran las primeras luces del amanecer y se refleja mi cara en el espejo de la habitación. Tengo una barba crecida y canosa, anoche me acosté y no tenía barba, pienso. Sorprendido miro alrededor y noto el cuarto con la decoración cambiada. Qué está pasando?…
En ese mismo instante el celular anuncia con un pitido la entrada de un mail. Dejo siempre encendido el celular no sólo para que suene la alarma por si me quedo dormido, sino también por si alguno de mis hijos o nietos llama porque tiene algún inconveniente cuando sale de noche, algo que afortunadamente nunca ocurre.
Miro el Iphone y veo que el aviso refiere a la entrada de un mail del Colegio de Escribanos. También aparece la fecha en el teléfono: “9 de agosto de 2038”. Queé? Del año 2038? No puede ser!. Razono y ato cabos: mi barba, el cambio de decoración de la habitación…
Lo primero que pensé es: Bueno, si estamos en 2038 la profesión de escribano sigue existiendo. Un alivio. En realidad tengo entonces ochenta y siete pirulos, no debería preocuparme, aunque todavía no me he jubilado.
Abro el mail que dice: “Comunicamos la suspensión de plazos registrales desde la cero (0) hora del día 12/08/2038 hasta las veinticuatro (24) horas del día 18/08/2038 (Disposición Técnico Registral Conjunta No. 55.402”, y a continuación sigue el PDF de la DTR, firmada por el Secretario de Gestión de Registros Provin- ciales (el nombre del cargo es largo y un poco ampuloso), que resulta ser el mismo muchacho (ahora ya no tanto) que recuerdo de las selfies de hace catorce años. Se ve que sigue, no obstante haber pasado varios gobiernos.
Me pregunto: Hará catorce años que se vienen suspendiendo los plazos registrales? Y “gastan” una DTR por semana desde hace tanto tiempo para lo mismo?. Claro, si ya van por la número 55.402!. Lo más lógico hubiera sido que los suspendieran por tiempo indefinido y si alguna vez deciden volver a reanudar el cómputo, que dicten otra que así lo disponga y listo. Las escrituras deben ser ahora larguísimas si en el texto hay citar los números de todas ellas.
Imagino la cantidad de abogados y procuradores (los procuradores todavía existen?) que pensaban jubilarse cuando terminaran un último juicio y envejecen esperando la oportunidad de trabar un embargo. Por otra parte, se me ocurre que los nuevos certificados registrales deben servir de poco, porque con que algún colega haya solicitado uno hace catorce años respecto de un inmueble, ese dominio seguirá bloqueado a la espera de que alguna vez se inscriba o no una transferencia, si es que se concretó. Informarán los certificados al voleo? Podrán cederse derechos sobre el bloqueo efectuado por un escribano que una vez pidió el certificado y luego se jubiló? O que luego falleció?.
Los más viejos recuerdan que alguna vez hubo una Ley Convenio, que nunca funcionó. Vienen a mi memoria imágenes de la película “Brazil” de Terry Gilliam (uno de los Monty Python), en un futuro distópico. Qué será del Registro ahora enton- ces…?
(II)
Seguidamente llega otro mail del Colegio anunciando que como todos los viernes a las 12 horas llegará a la sede de calle Córdoba el camión que trae los títulos que vienen inscriptos del Registro. El mail adelanta que los que llegarán hoy (9/8/2038) son los de las escrituras presentadas a inscribir en el segundo semestre de 2034, para conocimiento de los escribanos que se agolpan semanalmente en la puerta de la sede con la esperanza de que la suerte los favorezca. Y que no hayan salido mal observados!…
Agrega la circular que los colegas deben ser puntuales, porque el camión permanecerá sólo diez minutos durante los cuales los empleados del Registro vaciarán la carga, arrojando los paquetes desde arriba y seguirán su camino porque el sindicato decidió que a las 12.30 horas entrarán en estado de asamblea.
(III)
Ya son las siete y cuarenta cinco. Me levanto preocupado y mientras desayuno miro mi agenda, que en el primer ítem dice: “Colegio de Escribanos. Proponer alguna solución para resolver el tema del Archivo de Protocolos”.
Parece que años anteriores y debido al calentamiento global y algunas lluvias ácidas que han caído, han quedado sectores en la ciudad con terrenos que no son aptos para construir viviendas (los permisos de construcción están suspendidos hasta 2040 ya que las redes de servicios están colapsadas) ni tampoco para cultivarlos, Y esos terrenos ahora estarán a precios muy bajos. Se me ocurre que el Colegio podría comprar unos de esos terrenos para colocar los volquetes con los tomos más viejos para hacer lugar en el Archivo.
Este problema se ha agravado tanto que los escribanos, casi todos, han tenido que alquilar por su cuenta volquetes en distintos depósitos de la ciudad, los años pasan y todo sigue igual. Se quejan de tener que afrontar esos costos. Es tan complicado que en la práctica para hacer los estudios de títulos los plazos ya no se cuentan en años sino en volquetes. Este año los estudios de títulos se hacen hasta el volquete 4.760 y para atrás ya no más.
(IV)
Reacciono y me digo: Debo dejar de divagar y ocuparme ya mismo elaborar la mejor propuesta posible para el Archivo, y cuando voy a buscar mi bastón para ir a la oficina, siento un sacudón, y luego otro y otro.
“Qué te pasa?. Estás hablando sólo, otra vez con pesadillas?” me dice Marisú.
efili50 09/08/2024